sábado, 4 de junio de 2011

Ejercicios Icfes Kant

1.    
EJERCICIOS ICFES KANT



           1 En sus Meditaciones Metafísicas, Descartes se enfrenta al problema de la duda generalizada sobre el
conocimiento. Si es posible dudar de todo, es posible incluso dudar que se está pensando. Sin embargo,
esto resulta contradictorio porque el mismo proceso de duda es un acto de pensamiento. Así,
aunque los sentidos nos engañen y no podamos saber si lo que percibimos es la realidad, podemos
tener la certeza indudable de que estamos pensando. A partir de lo anterior, Descartes pasa a probar
la existencia del sujeto pensante, pues si hay pensamiento debe haber un sujeto que piense y
no puede haber pensamiento sin sujeto. Por lo tanto, si pienso entonces existo. De esta forma
A. la filosofía cartesiana busca explicar el conocimiento a partir de la percepción.
B. el método de la duda permite encontrar los fundamentos del conocimiento.
C. si los sentidos nos engañan nunca tendremos certeza sobre nuestra existencia.
D. si un sujeto piensa entonces es engañado por sus sentidos.

2. Kant afirmó “El hombre es un fin en sí mismo”, esto implica que
A. el ser humano es autosuficiente.
B. el individuo debe olvidarse de sus propias necesidades y entregarse a los demás.
C. Dios es desplazado por el hombre.
D. en la búsqueda de los bienes, cada hombre debe evitar utilizar a otro como medio.

3.      "Ni en el mundo, ni en general, fuera de él, es posible pensar nada que pueda ser considerado bueno
sin restricción excepto una buena voluntad. El entendimiento, el ingenio, la facultad de discernir,
o como quieran llamarse los talentos del Espíritu; o el valor, la decisión, la constancia en los propósitos
como cualidades del temperamento son, sin duda, buenos y deseables en muchos sentidos,
aunque también pueden llegar a ser extraordinariamente malos y dañinos si la voluntad que debe
hacer uso de estos dones de la naturaleza y cuya constitución se llama propiamente carácter, no
es buena." KANT, Immanuel. Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Con esto muestra
Kant que
A. la voluntad es buena cuando produce resultados acordes con los talentos y con los deseos
humanos.
B. la voluntad buena es fundamental para que las acciones humanas sean consideradas buenas.
C. tanto las acciones, como las facultades en general, se pueden perder en la búsqueda de la
felicidad.
D. la voluntad es anterior a cualquier objeto de deseo y por lo tanto, a la que se tiende como
fin universal.
4.     Para Kant, los juicios estéticos pretenden la universalidad. Según este filósofo, cuando los
seres humanos discuten sobre estética, buscan una razón última que fundamente la verdad
de sus juicios. Esta razón última es la que soporta la idea de objetividad y universalidad en la
estética. De esta forma, el autor considera que la belleza no está presente en el objeto como
una propiedad, tampoco considera que el juicio estético dependa totalmente del observador.
Por lo tanto, el acuerdo en los juicios estéticos es posible, porque
A. la belleza es una propiedad de los objetos y cuando los observadores la des
cubren llegan a acuerdos sobre ésta.
B. los juicios estéticos dependen de las propiedades de los objetos y esto es in
dependiente de las discusiones sobre estética.
C. diferentes observadores pueden diferir en sus juicios sobre los objetos de
creación artística.
D. existe una universalidad en dichos juicios que se evidencia en la búsqueda común
de un acuerdo sobre lo bello

Emmanuel Kant

¿Qué es la ilustración? - Emmanuel Kant
La ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad...
. El mismo es culpable de ella. La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter maiorennes), permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los hombres (y entre ellos la totalidad del bello sexo) tienen por muy peligroso el paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se han cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. Después de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez y espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante experiencia.
Por tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad, casi convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. Por el momento es realmente incapaz de servirse del propio entendimiento, porque jamás se le deja hacer dicho ensayo. Los grillos que atan a la persistente minoría de edad están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. Por no estar habituado a los movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un inseguro salto por encima de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son pocos los que, por esfuerzo del propio espíritu, logran salir de la minoría de edad y andar, sin embargo, con seguro paso.
Kant afirmó  “el hombre es un fin en sì  mismo , lo cual implica que no utilice a nadie para encontrar y lograr sus metas.
En su obra “ Fundamentaciòn de la metafísica de las costumbres “, muestra que ni en el mundo ni en general es posible pensar algo que se pueda  ser considerado bueno sin restricción excepto una buena voluntad . El entendimiento, el ingenio , la facultad de discernir , o como quieran llamarse los talentos del espíritu , o el valor, la decisión , la constancia en los propósitos como  cualidades del temperamento , son sin duda buenos y deseables en muchos sentidos , aunque también pueden llegar a ser extraordinariamente malos  y dañinos si la voluntad  que debe hacer uso de estos dones de la naturaleza  y cuya constitución se llama propiamente carácter , no es buena, entonces la voluntad buena es fundamental para que las acciones humanas sean consideradas buenas.
Para Kant los juicios estéticos pretenden la universalidad , cuando los seres humanos discuten sobre estética , buscan una razón última  que fundamente la verdad de sus juicios. Esta razón última es la que soporta la idea de objetividad y universalidad en la estética. De esta forma , el autor considera que la belleza no está presente en el objeto como una propiedad , tampoco considera que el juicio estético dependa totalmente del observador .Por lo tanto , el acuerdo  en los juicios estéticos es posible porque  existe una universalidad en dichos juicios que se evidencia en la búsqueda común de un acuerdo sobre lo bello.
Actividades
1.     -Qué aportes te brinda la lectura de Kant , escríbelas en el cuaderno
2.     -Desarrolla los tres ejercicios estilo icfes , sacando términos desconocidos, especificando las preguntas, justificando las respuestas.